Ayer, mi amigo y gurú de Internet Miguel Lucas, me habló durante una conversación sobre un interesante cuestionario cuyo objetivo consiste en identificar los puntos fuertes de una persona de forma que pueda aprovecharlos. Como afirma el creador del cuestionario, Tom Rath, identificar los puntos fuertes y apoyarse en ellos aporta muchos más beneficios que identificar los fallos e invertir el tan preciado tiempo en corregirlos.
Esto me recuerda lo que Peter Drucker solía decir a sus clientes, que básicamente tenían dos posibilidades: trabajar para mejorar los que había identificado como sus puntos débiles y, en ese caso, tras años de trabajo llegar algún día a ser mediocres, o podían centrarse en mejorar aquello en lo que eran buenos y trabajar sobre ello, un esfuerzo que quizás podría llevarles al ser los líderes en su campo.
Myers Briggs
Otro ejemplo de esta estrategia es Isabel Myers, que durante cuarenta años trabajó sin descanso para diseñar un cuestionario basado en la teoría de Carl Jung con la idea de ayudar a la gente a conocer cuáles eran sus preferencias naturales de forma que pudieran elegir sus empleos de acuerdo a ellas, logrando probablemente unas carreras profesionales más satisfactorias y una vida más feliz.
Sacar partido al feedback
Durante los años en los que he utilizado el Feedback 360º he observado el mismo modelo de comportamiento trabajando con directivos. Todo el mundo parece estar obsesionado con descubrir y después trabajar en todas aquellas áreas en las que no son especialmente buenos. Prácticamente ignoran todas aquellas áreas en las que les dicen que son buenos y basan su plan de desarrollo en mejorar todos sus puntos débiles. Si piensan en ello, aunque es una locura, es lo que la gente hace.
Como señala Rath en su libro, nuestra cultura está repleta de historias sobre gente luchando contracorriente para finalmente lograr su objetivo. Lo que estas historias omiten es que si se hubieran concentrado en aquellas áreas en las que sí tenían una habilidad natural, quizás podrían haber logrado el éxito en nada de tiempo y probablemente hubieran sido más felices.
Concentrarse en los puntos fuertes no significa ignorar los débiles
No estoy diciendo que debamos pasar por alto el feedback malo; necesitamos cierta estrategia con el fin de neutralizar las cosas que nos obstaculizan el camino del éxito. De hecho, necesitamos trabajar sobre ello para lograr un nivel razonable de competencia, aunque también podemos delegar o cambiar ciertos aspectos de nuestra función. Lo que estoy diciendo es que si nos apoyamos en aquello en lo que somos buenos y le sacamos partido, será más eficaz que centrarnos en lo que somos malos.
¿Cómo aprovechas tú tus puntos fuertes?
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