En un tweet de Daniel Pink, a quien sigo con mucho interés, publicó un vínculo a un artículo sobre la caída del número de trabajadores en empresas de Estados Unidos que pertenecen a sindicatos. En 2010 el porcentaje descendió del 7,2% en 2009 al 6,9% en 2010.
Sin duda, parte del descenso es una consecuencia directa de la recesión, pero no todo, ya que parte es debido al hecho de que ciertos sectores, donde hay más sindicalistas, van mal y se duda de su viabilidad a largo plazo.
Pero para mí el gran problema que tienen los sindicatos es su habilidad para adaptarse a un mundo muy cambiado. En estos momentos estoy leyendo el libro “La Caída de los Gigantes” de Ken Follet, que cuenta cómo las grandes potencias europeas perdieron su dominio a lo largo del siglo XX. En uno de los primeros capítulos describe la vida de los mineros en Gales, justo antes de la Primera Guerra Mundial. El domino de una clase capitalista sin escrúpulos fue absoluto, y en esta realidad trágica, por no decir criminal, se veía la lógica de los sindicatos, su razón de ser estaba absolutamente clara. Pero hoy en día, en países como Estados Unidos o España, no veo que los sindicatos se hayan adaptado a una realidad totalmente diferente.
Una manera sencilla de ver esto es analizar el lenguaje y los símbolos que usan. Por símbolos quiero decir su manera de vestir, de hablar, sus oficinas y sus comportamientos en general, todo el conjunto refleja su cultura. Parece que están todavía en la antesala de la revolución de los bolcheviques y no en el siglo de la información. Con la excepción de Alemania, donde paradójicamente la tasa de pertenencia a los sindicatos es más alta y donde el sector de la fabricación es eficaz, no parece estar claro cuál es su verdadero rol o incluso cuáles son los verdaderos intereses y preocupaciones de la gente que trabaja en las empresas. Es decir, no me parece que esté muy clara su razón de ser, y si no tienes claro esto estás en el camino de convertirte en irrelevante, y con una tasa de representación del 6,9 % me temo que empiezan a ser irrelevantes.
Las empresas también necesitan tener clara su razón de ser
Esta falta de claridad tiene una importancia trascendental también para las empresas, si no sabes para qué existes en realidad, entonces es difícil elegir el camino correcto, o si tu razón de ser es relevante a un mundo que ya no existe, estás en vías de extinción.
Cinco claves para aclarar tu razón de ser y asegurarte de que es relevante
1. Entender el mundo en el que te mueves, sus realidades y sus tendencias.
2. Entender las necesidades del grupo al que quieres servir.
3. Asegurarte de que tienes la manera de satisfacer dichas necesidades.
4. Tener claro lo que te diferencia de otras organizaciones que quieren satisfacer las necesidades del mismo grupo.
5. Tener los mecanismos para seguir monitorizando la realidad cambiante.
¿Qué otras claves podéis identificar vosotros para seguir siendo relevantes?
Quedaría quizás por abordar el ámbito del “cómo” hacer lo que elegimos hacer para ser relevantes. Elegir cómo también es clave y aquí veo dos grandes elecciones:
- Qué valores nos van a guiar a la hora de servir a nuestro target
- Qué emociones queremos despertar en nuestro target en cada momento de contacto. El aspecto emocional es crucial a la hora de ser relevante y creo que pocas organizaciones lo trabajan bien
Qué te parece?
Siento tardar tanto Vicente, solo he visto tu comentario hoy. Estoy completamente de acuerdo contigo. La Razón de ser es una cosa y los valores son otra. Las dos cosas son importantes, de hecho cuando trabajo con equipos reales o Comités de Dirección trabajo las dos cosas. Es curioso que mucha gente no trabaja los valores, como son intangibles es como si no existiera, y en cambio afecto mucho tu habilidad de llegar al “Tarjet” y irás mejor como equipo si los valores de los miembros son alineados.
Tu segundo observación me parece realmente interesante. No hay muchas empresas que están pensando en esto y por esto la comunicación con sus clientes no les llega porque ignoran la parte emocional. Algunas expertos de presentaciones dan mucha importante a esto, personas como Gar Reynolds, http://www.presentationzen.com/ trabaja mucho con sus clientes para ayudarles conectar mejor con las emociones con su target. Uno de los fundamentos en el arte de contar historias, una habilidad muy importante en el liderazgo, es construir la historia de una manera que conecta con las emociones de la gente a quienes está contando. Tienes razón, muy pocas organizaciones lo trabaja bien. Creo que solo Apple lo trabaja muy bien.